La visión de una persona diabética es borrosa, con parches o con dificultades para distinguir las imágenes que lo rodean y sus colores. Un persona con diabetes podría estar a las puertas de una ceguera prematura e incluso permanente.
La enfermedad ocular diabética tiene dos manifestaciones, por lo cual es importante que usted las identifique para recibir una atención a tiempo.
La primera se llama: retinopatía diabética. Es una alteración de las venas de la retina. Ocurre tras la acumulación de azúcar, esta suele llegar hasta la retina ocular en donde obstruye o daña los vasos sanguíneos afectando a las células sensibles a la luz, básicas para mantener una correcta visión.
La segunda manifestación de la enfermedad ocular diabética es el edema macular diabético, una hinchazón en la retina que causa visión borrosa. Se le llama ‘edema’ porque hay acumulación de líquido, y esto entorpece la vista en una parte de la retina que está a cargo de la visión central.
Además, es importante mencionar que un cambio en el plan de cuidado o medicamentos para la diabetes puede provocar variación en la visión del paciente, por tanto debe ser evaluado a través de un examen visual y de ser necesario modificar la graduación de sus lentes.
¿Cómo prevengo la retinopatía diabética?
Lo ideal, es que usted mantenga un control regular de su visión para que vigile y detecte cualquier síntoma. Asimismo, siendo un paciente diabético debe estar pendiente de su estado de salud general.
Sin duda, es importante mantener un estilo de vida saludable y un control riguroso de la glucosa en la sangre y la presión arterial.
Recuerde que el riesgo de una enfermedad ocular diabética avanza silenciosamente y puede causar la pérdida total del sentido de la vista.