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Los lentes (gafas, anteojos, espejuelos, etc.) son un instrumento óptico formado por un par de lentes sujetadas a un armazón, que se apoya en la nariz mediante un arco y dos patillas.

A través de la historia los lentes han ido evolucionando, desde hace siglos el material más conocido ha sido el vidrio, de ahí se extrae la costumbre de cuando hablamos de lentes referirnos a ellos como “los vidrios”.  Sin embargo, en la actualidad existen diferentes tipos de materiales para elaborar los lentes.

Al momento de elegir tus lentes y sus tratamientos, es importante que conozcas de que material estarán hechos tus lentes y si son los aptos para tu estilo y ritmo de vida. Cada material tiene sus ventajas, por tanto te contamos un poco sobre ellos.

Lentes minerales

Hacen referencia a los lentes o cristales fabricados en vidrio. En sus inicios, todos los lentes eran de este material. Entre sus principales características destacan su resistencia frente a los rayones y la calidad de visión. Sin embargo, son pesados y se rompen con mayor facilidad.

Lentes en Resina

Son lentes más conocidos como plásticos, originalmente se llaman CR39 fueron desarrollados en la década de los 40, como una alternativa mucho más barata y resistente que el cristal de vidrio que entonces se empleaba.

Además, disminuyó significativamente la posibilidad de una lesión provocada por rompimiento. Sin embargo, estas se rayan con más facilidad, se rompen ante un golpe o presión y si tu graduación pasa de 2.00 pueden verse más gruesas.

Lentes en Policarbonato

A partir de los años 70, el policarbonato comenzó a ser usado también por la NASA, tanto en los visores de cascos para astronautas como en los parabrisas de los aviones y transbordadores espaciales.

Su gran calidad y altas prestaciones provocaron que, a partir de los años 80, el policarbonato comenzase a usarse también para lentes de uso común, convirtiéndose en una buena alternativa a los materiales de siempre: el vidrio y el plástico.

Son más delgados y ligeros que los lentes de plástico normales, son hasta 10 veces más resistentes a los impactos que los lentes de plástico o vidrio. Desde entonces, los lentes de policarbonato se han convertido en el estándar para los lentes de protección, lentes deportivas y lentes para niños, debido a que es menos probable que se rompan.

Sin embargo, pueden rayarse con cierta facilidad, son frágiles y pueden llegar hasta romperse si son expuestas a componentes químicos fuertes, como los que se usan en los líquidos de limpieza casera, o los que se usan en salas de belleza, y acetonas.